Aunque no tengo los estudios cuidadosos de un investigador en la antropología cultural, tengo la sangre espesíta del Sinú; y por eso quise empezar este titulo con unos versos de Pablito Florez que con gran maestría y cargado de sabor orense compuso para describir lo que es el sabor del porro, lo que se siente en el estómago al bailar con su pareja en medio de bombardinos y clarinetes, lo que es deleitarse con el fruto tipico de nuestros campos y con los manjares laboriosamente hechos de generación en generación, mientras la musa inspira a nuestros grandes maestros a componer las mejores melodias.

Mi porro lo siento como lo mas bello de mi región cuando veo a niños tocando una trompeta, bailando un porro palitiao o tocando un clarinete.
Mi porro se siente cuando lo llevas en el corazón, pises la tierra que pises y convivas en culturas diferentes.